New Chivalry

Una nueva tropa de gentlemen se está gestando en el corazón de la capital británica. Ellos están redefiniendo el sagrado espíritu de la caballerosidad, combinando el antiguo encanto de sus ancestros con el desenfado de la juventud. David de Rothschild, Ben Goldsmith y James Rousseau, tres “it boys” que encarnan la esencia del nuevo dandy.

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David de Rothschild

David de Rothschild (29) es heredero de la fortuna bancaria más célebre del mundo. Desde 1760, año en que Mayer Amschel fundó una pequeña banca en Frankfurt, los Rothschild son protagonistas indiscutibles de la escena social europea. Durante más de 200 años los hombres de la familia han incrementado frenéticamente la fama y poderío de la Banca Rothschild, reinando en las altas esferas de Londres, París y Viena.

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David, un poco desentendido del negocio familiar, es un aventurero nato dedicado a causas ambientalistas. Hijo de Sir Evelyn (chico de oro durante los años ´50) y nieto de la super chic Yvonne Cahen d´Anvers, ya de adolescente era campeón olímpico juvenil de equitación y un apasionado de la naturaleza. En los últimos 3 años administró una granja orgánica en Nueva Zelanda, cruzó la Antártida a través del Polo Sur y estableció un récord de velocidad por atravesar los hielos de Groenlandia. Sin embargo, estas expediciones a los puntos más remotos del planeta no le impiden estar presente en los eventos más divertidos de Londres o encabezar año a año el cotizado listado de los Hottest Bachelors de Tatler.

Ben Goldsmith (27) también es miembro de un poderoso clan de aristócratas y activista verde. Aunque su fuerte no son las expediciones al Ártico, sino los grandes cheques para las galas benéficas organizadas por el Green Party.

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Ben y su esposa, Kate de Rothschild

Hijo del infame Sir James Goldsmith, y hermano de Jemima (ex de Imran Khan, ex de Hugh Grant), Ben es el típico niño Eton: adorador de las dinner jackets para las noches de “juerga” en los clubes de Mayfair. O al menos lo era. En 2003, en lo que fue la boda del año, se casó con Kate de Rothschild, la archi-billonaria hija de Sir Amschel y Anita Guinness. A la ceremonia asistió toda la cúpula de la joven aristocracia británica: desde David de Rothschild –obvio, primo de Kate- y Alexander Spencer-Churchill, hasta los hermanos Parker-Bowles, pasando por Daphne Guinness y los hijos de Sir David y Lady Carina Frost.

Entre la nueva generación de aristócratas está de moda tener un “trabajo”, más aún si es en un club o emprendimiento excéntrico. Como su amigo Ben Elliot (sobrino de Camilla Parker-Bowles, fundador de los exitosos Titanic y The Rock), Ben y Kate se divierten con un nuevo proyecto: The Drones Club, célebre “member´s only club” en St. George Street.

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Kate es la máxima expresión de la sencillez y el buen gusto

James Rousseau Osborne (27) es uno de los aristo-modelos con más abolengo de Gran Bretaña. Comenzó a destacarse en 2001, año en que una banda de “niños bien” –o sea, Dan Macmillan, Raoul Fraser, Arty Palmer- invadió el Fashion Week londinense. Descendiente del mismísimo Jean-Jacques Rousseau, James creció en la casa de campo de su familia en Herefordshire y estudió en Malvern, Worcestershire. Protagonizó campañas para Cerruti, Exté, YSL, y Hugo Boss. Hoy sale con la actriz Kate Bosworth (ex de Orlando Bloom).

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James Rousseau, icono de estilo y cara de Hugo Boss durante años

Junto a su novia, la actriz Kate Bosworth

Frick out!

Frick Collection Young Fellows Gala

Desde 1873, en tiempos de Caroline Astor y su Baile de los Patriarcas, el calendario social neoyorquino alcanza su punto más álgido con las galas invernales. Como en la San Petersburgo zarista o la París banapartista, New York también adoptó Marzo como mes culmine de la temporada de soirees dansantes.

***Cecilia Dean, artífice de Visionaire, llegando al Frick junto a su amigo Russell Piccione

Con un Rodarte, Cecilia evocó la síntesis del romanticismo de las obras de Gainsborough
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Hoy, como a mediados del siglo XIX, los antiguos linajes Knickerbocker se reúnen a celebrar su dominio sobre el lado este del Central Park. Aunque el epicentro de la vida social ya no se encuentre en el salón de baile de la Quinta Avenida 350, en la esquina con la calle 34, las listas de invitados se mantienen impolutas, adornadas por lo más chic del patriciado newyorker: los Astor, los Livingston, los van Rensselaer y los Rutherford, entre otros clanes.

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Pure extravaganza en el eveno preferido de las socialités novatas

Desde hace algunos años, la Quinta Avenida volvió a recuperar protagonismo, con la Frick Collection´s Young Fellows Gala, el evento que convoca a los jóvenes benefactores del antiguo hogar de Henry Frick, emperador del acero.

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Este año, la gala giró en torno a “La Caza”, inspirada en las pinturas ecuestres y rondas de caza de George Stubbs. Una vez más, la Galería Oeste, y los salones Boucher y Fragonard cobraron vida, despertando los susurros de vestidos Worth arrastrándose por el centenario parquet.

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Lady Frances Duncombe (retratada por Thomas Gainsborough), custodiando a una de sus seguidoras
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Muse of Muses

Abriendo el desfile de Kenzo S/S 06

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Larga vida al encanto de Marisa Berenson. Pocas mujeres han sabido alcanzar los niveles de elegancia y garbo que ella mantiene -sin esfuerzo- desde su juventud en los 60`s. Hija de la Condesa María Luisa Radha de Wendt de Kerlor (más conocida como Gogo), Marisa heredó la gracia de su mítica abuela, la diseñadora Elsa Schiaparelli. Schiaparelli, archi-rival de Coco Chanel, fue artífice del look de las diosas del antiguo Olimpo: desde Patricia López Willshaw (esposa del multimillonario chileno Arturo López-Willshaw) hasta Daisy Fellowes (sobrina de la Princesa de Polignac), pasando por la Duquesa de Windsor y Babe Paley (esposa del heredero de la Standard Oil).

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Marisa adora rescatar el look de su famosa abuela (Elsa Schiaparelli en Time).

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Marisa creció en los círculos chic de Roma, París y Washington, bajo la tutela de su padre, Robert Berenson, un prominente diplomático. Con solo 20 años atrajo la atención de Luchino Visconti, ganando un papel en la célebre Muerte en Venecia. A partir de su debut, no dejó de colaborar con algunos de los mejores directores, actuando en clásicos como Cabaret y Barry Lyndon (su papel en la obra de Kubrick la lanzó a la tapa de Time) .

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Con Loulou de la Falaise (izq.) y el Duque de Lugo (der.)

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Hoy, pasando la frontera de los 60, continúa siendo adorada por editores y diseñadores (desde Suzy Menkes hasta John Galliano), tal como su madre y su abuela lo hicieron por casi un siglo.