19/04/2008

"Old Guard" goes wild


Todos adoran las historias de nenes "bien" que van muy mal. Y la de Rufus Wainwright es un auténtico mito para los black sheep del mundo. A sus 35 años, está dejando atrás la imagen de enfant terrible. Sin embargo, su vida ya es toda una leyenda. Abiertamente gay desde la adolescencia, víctima de abuso en pleno centro londinense, ex adicto a las drogas duras, súbita estrella juvenil... sus historias podrian escandalizar al rockstar más audaz.

Con su intimo amigo, el actor Michael Cavadias (izq.) y con la cantante folk Kate McGarrigle


La familia Wainwright es la mismísima encarnación de la noblesa en Norteamérica. Descendiente directo de Peter Stuyvesant, último regidor de la colonia de Nueva Holanda y máxima autoridad de New Amsterdam en el siglo XVII, Rufus está emparentado con le ne plus ultra de la rancia y compleja cúpula social neoyorquina. Ciertamente, su árbol genealógio ostenta la unión de los Stuyvesant con los Livingston y los Rutherford, dos de los veinticinco clanes que, por obra y gracia de la influyente Caroline Astor, formaron parte del círculo de patriarcas durante lo que se conoció como la Edad Dorada de la Quinta Avenida.


Junto al célebre Terry Richardson (izq.), y con Kim Gordon


Sin embargo, tanta estirpe y abolengo nunca fueron impedimento para que explote su rebelde creatividad. De hecho, él es uno de los pocos que sabe combinar con maestría su legado de aristocracia y pomposidad con una vida de estrella pop. Podría decirse que todos esos ilustres antepasados le han dejado una rica herencia de estilo, un savoir être que le permitió ganarse la admiración de quienes hoy definen los estándares del buen gusto. Marc Jacobs lo eligió para ser uno de los rostros de su ya clásica saga publicitaria -bajo la dirección de Juergen Teller-, mientras que la dupla Viktor & Rolf lo convocó para animar su sensacional show s/s 2007, uno de los desfiles parisinos más celebrados en temporadas.

Coolest gang: con el artista Todd Eberle y el diseñador Zaldy Goco


Ya sea que cante el clásico Get Happy "a lo Judy Garland" (literlamente travestido) o que emule a Oscar Wilde en el video Rules & Regulations, la audacia de Rufus no solo despierta la admiración de otros músicos, sino también de medio mundillo cool de New York. Quizá, finalmente, la Vieja Guardia está de vuelta al mando, totalmente desfachatada, y más brillante que nunca.

24/03/2008

Cape Cod squadron

¿Qué ocurre cuando cuatro estudiantes de Columbia University forman una banda a modo de mera diversión juvenil? Simplemente se convierten en la mayor promesa del indie rock neoyorquino, tan solo opacados por su distinguidisimo estilo (por cierto, toda una declaración de Buen Gusto). Es que en solo unos meses, los chicos de Vampire Weekend fueron coronados como "it band" por los más variados exponentes de la fauna mediática norteamericana - reseñados una y otra vez por tout le monde, sin quedar fuera los críticos de GQ y The New York Times o los columnistas de Nylon y Spin. Para colmo, la elite preppie de Manhattan les hizo un guiño y los recibió nuevamente, ya no como "pares", sino como adorados ídolos.





Con una propuesta musical refrescante como un día de yacht por la bahía de Martha´s Vineyard (su video Mansard Roof es inspirador), Vampire Weekend dejó de tocar abruptamente para un selecto grupo de nenas bien de Vassar, y empezó a hacerlo para todo América: desde presentaciones en Saturday Night Life, MTV o el show del influyente Jools Holland hasta tapa de Spin (algo insólito, considerando que la mítica revista suele reservar este privilegio a figuras consagradas). Su ecléctico estilo musical puede definirse como un rock alegre y liviano de vacaciones por el Caribe. O citando las elegantes palabras de Ezra Koenig, líder de la banda: "Es como zeitgeist o gestalt, el todo es más que la suma de las partes". Toda una lección para aquellos que no creían que la joven intelectualidad del Upper West Side puede formar una banda de rock de moda.





La imagen del cuarteto es tanto o más destacable que su música: un look sofisticado e intelectual, bajo la imagen surreal de "alumnos de Oxford cruzando el océano para vacacionar en las playas de Cape Cod". Auténticos docksiders, cardigans de cashmere y lana virgen, bufandas en las más variadas versiones del tartán, piezas vintage (t-shirts ochentosas de Epcot, gafas Wayfarer fluor, incunables de Penguin) y todos los clásicos del imaginario preppie: las camisas escocesas, los sweaters escote en V, los pantalones de corderoy y las americanas Príncipe de Gales.


16/03/2008

Time to pretend

Finalmente, el estilo new rave alcanza su máxima expresión de la mano de dos estudiantes de una de las más tradicionales universidades americanas. ¿Contradicción? Ninguna. Por el contrario, los chicos de The Management (a.k.a. MGMT) combinan de manera magistral su background de college boys de la Costa Este con una estética urbana puramente indie rock.

Ben y Andrew, los preppy boys creadores de MGMT



Cinco años atrás, Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden comenzaban a hacer música en los dorms de Wesleyan University, una de las instituciones educativas más antiguas y prestigiosas de la recalcitrante Connecticut. Sin sed de triunfo, pero con mucha actitud, sedujeron a la prensa especializada y se convirtieron en el secreto mejor guardado de la escena indie neoyorquina. Hoy comienzan a asomar como gloriosos íconos de la escena new rave, a la par de otras agrupaciones trendsetters como son Cansei de ser Sexy, Of Montreal y Klaxons.




Su look es aniñado pero seductor, y merece ser destacado no tanto por su originalidad como por su equilibrio: t-shirts vintage en colores pastel, pantalones ultra skinny, hoodies gastados, shorts de jean destruidos, y la dosis justa de explosión fluor para seducir a las tropas adolescentes ávidas de novedad.


La banda en plena performance

Sin duda, los videos de MGMT sintetizan en forma seductora el imaginario visual de la dupla conformada por Ben y Andrew: un vertiginoso viaje psicodélico por la ruta del LSD; tribus juveniles practicando ceremonias secretas bajo un cielo technicolor; y un grado de teatralidad y densidad conceptual que seguramente servirá de inspiración a los diseñadores y cool hunters que ambicionan la aprobación de las generaciones noveles.


Website de MGMT